¿Qué es la piel normal?
La piel normal es un poco como el santo grial de la dermatología: es bastante rara y podemos considerarnos afortunados cuando es nuestro caso. Entonces porque ? Porque esta piel descrita como “eudérmica” está sana y libre de problemas. Hay pocas cosas que hacer: mantener tu piel sana apoyando la barrera cutánea y protegiéndola de las agresiones externas.
¿Cómo se caracteriza la piel normal?
La piel normal no es ni demasiado grasa ni demasiado seca. Es suave al tacto, aterciopelado y terso. A veces tiene ligeras imperfecciones o simplemente ninguna. La zona T es ligeramente más luminosa que el resto de la piel. La textura de la piel es fina, tersa y regular. Con el envejecimiento, la piel normal se seca gradualmente y se vuelve casi similar a la piel seca.
¿Por qué la piel es normal?
La piel normal es aquella cuyas glándulas sebáceas situadas debajo de los poros producen la dosis adecuada de sebo, la sustancia aceitosa que refuerza la barrera cutánea.
La película hidrolipídica es óptima: la piel está bien protegida contra las bacterias y contra la sequedad cutánea. Las acuaporinas funcionan muy bien; estos son los pequeños canales que aseguran la hidratación en la piel. La piel tiene entonces un buen equilibrio sebo-hidratación.
Generalmente, la piel normal es una herencia genética. ¡Te dejaremos agradecer a tus padres, dado el sésamo que representa la piel normal!
¿Cuáles son los ingredientes preferidos para los tratamientos?
Lo primero que se debe hacer en una piel normal es desmaquillar sistemáticamente. Para desmaquillar y limpiar eficazmente sin dañar la película hidrolipídica, la doble limpieza es perfecta. El aceite limpiador está enriquecido con caléndula y aceite de coco para calmar y suavizar la piel. La jalea limpiadora continúa esta suave limpieza y además está reforzada con caléndula. Recomendamos una doble limpieza por la noche: la piel normal normalmente no necesita limpieza por la mañana.
Tu única preocupación para el resto de tu rutina debe ser hidratar , favorecer la luminosidad y no sensibilizar la piel. Después de la limpieza, aplique unas pulverizaciones de la bruma hidratante enriquecida con aloe vera y agua de rosas para obtener una piel tersa e hidratada gracias al alto poder hidratante del aloe.
Para aumentar la luminosidad de tu piel y prevenir el estrés oxidativo, necesitas agregar antioxidantes a tu rutina. Las bayas rojas de esquisandra son plantas adaptógenas ricas en antioxidantes y carotenoides: el sérum anticanas se adapta bien a la piel normal como tratamiento de día con propiedades antioxidantes para favorecer una tez radiante.
La crema ligera es una crema hidratante híbrida enriquecida con nácar para un velo de luz durante todo el día. Combina kombucha, un probiótico natural para promover las bacterias buenas de la piel esenciales para su funcionamiento. ¡Una crema de día que cumple sus promesas!
Por último, la mascarilla rehidratante es el pequeño extra que la piel normal necesita para los días malos: rehidrata intensamente la piel para conseguir una piel visiblemente más tersa, flexible y suave.