La cal es un componente que se encuentra comúnmente en el agua del grifo. Si alguna vez has notado una sensación de tirantez después de la ducha, suele ser debido a su presencia. Pero ¿cuáles son exactamente los efectos de la piedra caliza en nuestra piel? ¿Y cómo se pueden minimizar estos efectos no deseados?
¿Qué es la piedra caliza?
La piedra caliza se compone esencialmente de carbonatos de calcio y magnesio. En el agua, estos minerales pueden suspenderse, haciendo que el agua sea “dura” y tenga un sabor más fuerte. Aunque el agua rica en cal no es apta para el consumo, se depositará en la superficie de la piel y provocará ciertas molestias.
¿Cómo afecta la cal a la piel?
Una de las principales quejas relacionadas con el agua dura es la piel seca. De hecho, si sientes la piel tirante después de la limpieza y tu limpiador facial no es particularmente astringente, entonces la cal puede ser la fuente de tu malestar.
En efecto, la piedra caliza elimina los aceites naturales de la piel, alterando así su barrera protectora, la película hidrolipídica de la que tantas veces hablamos. Al eliminar estos aceites, la piedra caliza hace que la piel sea más vulnerable a las agresiones externas, que pueden provocar picores y enrojecimientos. La cal también puede formar una fina capa sobre la piel, bloqueando los poros y haciendo que el cutis sea menos radiante.
¿Cómo proteger tu piel de la cal?
Si notas que el agua de tu ciudad es especialmente rica en piedra caliza, utiliza descalcificadores, estos mecanismos eliminan el calcio y el magnesio responsables de la dureza del agua. También es especialmente importante hidratar bien la piel nada más limpiarla, aplicar un sérum hidratante en todo el rostro y cuello para aportar a tu piel la dosis de hidratación que necesita para asegurar su funcionamiento y utilizar una crema hidratante adaptada a tu piel. tipo.
Por último, para calmar la sensación de malestar y reparar tu piel, utiliza cada noche unas gotas de aceite facial para sellar la hidratación y restaurar la película hidrolipídica de tu piel; El uso de un aceite adecuado también revelará el brillo natural de tu piel.
El consejo de nuestros facialistas:
Enjuágate la cara con agua fría para cerrar los poros y minimizar los depósitos de cal. Si puedes, utiliza una bruma hidratante o una bruma de agua termal justo después de limpiar tu rostro para contrarrestar inmediatamente los efectos de la cal.