El verano suele ser sinónimo de momentos soleados y de piel radiante, de tez bronceada y pómulos sonrosados. Sin embargo, esta temporada tan esperada también puede ser un momento de vulnerabilidad para tu piel. Los intensos rayos ultravioleta, los frecuentes baños en el mar y la sudoración intensa ejercen presión sobre la epidermis, haciéndola más sensible y sujeta a diversas molestias. A veces tu piel puede incluso enviarte señales de advertencia, como enrojecimiento o irritación, indicándote que está sobrecargada.
Para ayudarle a disfrutar el verano con tranquilidad, hemos reunido los 6 errores comunes que cometen los dermatólogos en el cuidado de la piel y cómo evitarlos. Desde olvidar la protección solar hasta descuidar la hidratación después de nadar o una exposición excesiva al sol, cada error puede tener un impacto significativo en la salud de tu piel.
Identificando estos peligros y adoptando los reflejos adecuados, no sólo podrá preservar su piel, sino también mantenerla en buena forma. ¡Prepárate para descubrir estos errores comunes y soluciones para un verano hermoso y sin preocupaciones!
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Mantener las mismas rutinas de cuidado de la piel durante todo el año.
Se suele decir que no se debe cambiar de producto cada dos minutos, y es cierto. ¿Pero sabías que tu piel cambia con las estaciones y que, por tanto, tu rutina de cuidado debe adaptarse? En verano, la piel necesita cuidados específicos, especialmente en cuanto a hidratación y protección solar.
Por eso recomendamos elegir productos hidratantes ligeros que contengan principios activos como ácido hialurónico, bisabolol y extracto de pepino. Estos ingredientes ayudan a compensar la pérdida de agua causada por la sudoración y al mismo tiempo previenen la obstrucción de los poros. Además, aunque algunos pueden haber descuidado la protección solar en invierno, es esencial proteger su piel del sol con un SPF adecuado durante el verano.
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Descuidar la hidratación y el equilibrio de la piel.
En verano la piel tiende a deshidratarse, principalmente por la sudoración. Aunque la sudoración es esencial para regular la temperatura corporal, puede provocar una pérdida significativa de agua, desequilibrar la piel y provocar potencialmente una producción excesiva de grasa, lo que provoca brotes e irritación. Tenga en cuenta que perdemos una media de 3 litros de agua al día, lo que generalmente representa del 3 al 4% de nuestro peso. Entonces, si ha estado considerando omitir su crema hidratante durante el verano, es hora de reconsiderarlo. La hidratación sigue siendo crucial incluso en climas cálidos. Elige texturas fluidas que no dejen un acabado graso en la piel.
Otro punto importante es mantener una exfoliación regular. Es posible que le preocupe perder el bronceado, pero exfoliar su piel es esencial antes de sus exposiciones para promover la regeneración celular y mantener el equilibrio de la microbiota de su piel. Opte por exfoliantes químicos enriquecidos con enzimas de frutas, que son suaves pero eficaces. Recomendamos nuestra New Skin Mask , que contiene enzimas de frutas para exfoliar y equilibrar la piel mientras preserva su brillo veraniego.
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Exponer tu piel al sol sin protección
No te enseñamos esto, pero el índice UV es crucial durante el verano. Los rayos ultravioleta pueden dañar gravemente la piel, acelerar el envejecimiento y empeorar las manchas oscuras, a veces con consecuencias más graves.
Los rayos UVA y UVB pueden irritar la piel y acentuar las manchas oscuras existentes. Por eso es importante elegir cuidadosamente su protector solar, según su tipo de piel y fototipo, evitando ingredientes potencialmente irritantes como el PEG (polietilenglicol), como el PEG-7 Glyceryl Cocoate, el PEG-40 Hydrogenated Ricino Oil, el PEG-100. Estearato, dipolihidroxiestearato de PEG-30 y PEG-8.
Si notas la aparición de nuevas manchas, opta por la vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a reducir la hiperpigmentación, regula la producción de sebo y mantiene el equilibrio de la microbiota cutánea. Para maximizar los beneficios, agregue unas gotas de nuestro potenciador de vitamina C a su crema hidratante o SPF. ¡Tu piel te lo agradecerá!
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Olvidarse de proteger ciertas zonas sensibles
Además del rostro, ¿sabías que zonas como la zona de los ojos, las orejas y el cuero cabelludo también requieren protección solar? Estas áreas a menudo se descuidan, pero son particularmente vulnerables a las quemaduras solares y al daño de los rayos UV.
Para la zona de los ojos, utiliza un protector solar específico para esta zona tan delicada u opta por gafas de sol con protección UV para evitar irritaciones y signos de envejecimiento prematuro. Los oídos, a menudo expuestos durante las actividades al aire libre, también pueden sufrir quemaduras solares; así que aplíquese protector solar o use un sombrero de ala ancha para cubrirlos.
El cuero cabelludo también es susceptible a quemaduras, especialmente si tienes el cabello fino o escaso. No dudes en utilizar un protector solar en spray o en polvo diseñado para el cuero cabelludo o utilizar un sombrero para evitar insolaciones y dolores de cabeza.
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Deje de usar productos específicos para su problema
Sí, si llevas varios meses usando retinol, además de AHA, puedes seguir usándolos, pero respetando ciertas reglas. Es recomendable reducir las dosis o modificar la frecuencia de uso para no dañar tu piel durante los meses de verano. También es fundamental aplicar un SPF adecuado para proteger la piel del aumento de la sensibilidad al sol.
De hecho, suspender bruscamente tus tratamientos habituales puede tener consecuencias en la salud de tu piel. Esto es lo que puede suceder cuando descontinuas tus productos específicos:
- Recaída de problemas de la piel: si estás acostumbrado a tratar problemas específicos como el acné o los signos de la edad con principios activos como el retinol o los AHA, suspenderlos repentinamente puede provocar un resurgimiento de los síntomas. Tu piel puede reaccionar con brotes, aumento de arrugas u otras imperfecciones.
- Pérdida de progreso: Los tratamientos a largo plazo, como los basados en retinol, requieren un uso continuado para mantener los resultados obtenidos. Dejar de hacerlo temporalmente puede reducir los beneficios acumulados y hacer que sea más difícil volver a su estado óptimo cuando comience de nuevo.
- Cambios en la textura de la piel: los AHA, por ejemplo, ayudan a exfoliar suavemente la piel. Al detenerlos, la superficie de la piel puede volverse más áspera o menos uniforme, ya que la exfoliación natural puede no ser suficiente.
6. Olvidar que ciertos medicamentos aumentan la sensibilidad al sol
Muchos medicamentos pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol, aumentando el riesgo de quemaduras solares y otros daños en la piel.
A continuación se muestran algunos ejemplos de medicamentos que pueden hacer que su piel sea más sensible a los rayos UV:
- Antibióticos (como tetraciclinas y ciprofloxacina)
- Diuréticos (como hidroclorotiazida)
- Medicamentos para el acné (como isotretinoína)
- Antidepresivos (ciertos inhibidores de la recaptación de serotonina)
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) (como la indometacina)
- Medicamentos para problemas cardíacos (como quinina y antiarrítmicos)
- Tratamientos hormonales (como píldoras anticonceptivas que contienen estrógeno)
- Ciertos medicamentos contra el cáncer (como las antraciclinas)
Así que estate atento si tienes tratamiento este verano, mira atentamente las instrucciones para comprobar que tu exposición no supone un problema. Si este es el caso, no lo tomes a la ligera y prefiere la sombra o protección con un sombrero/ropa anti-UV.