Las pieles sensibles requieren especial atención a la hora de limpiarlas y desmaquillarlas. De hecho, las agresiones externas, los productos inadecuados e incluso el maquillaje pueden provocar irritaciones y reacciones no deseadas: piel tirante, enrojecimiento… ¿y si optaras por una rutina suave para la piel?
¿Qué es la piel sensible?
Las personas con piel sensible tienen una barrera cutánea más débil, lo que las hace más propensas a reaccionar a irritantes y alérgenos. Los signos comunes de piel sensible incluyen enrojecimiento, sequedad, picazón y sensación de tirantez.
Usa un aceite limpiador
Olvídate de las aguas micelares y del uso de algodón que alteran la película hidrolipídica de la piel para desmaquillar suavemente y eliminar las impurezas de la piel, opta por un aceite desmaquillante. El aceite desmaquillante de temporada ha sido especialmente formulado para pieles sensibles, gracias a la presencia en su composición de aceite de Caléndula, Cártamo y Coco, calma la piel irritada, nutre y protege la piel de la deshidratación fortaleciendo su película hidrolipídica.
¿El pequeño extra? Su textura se transforma en leche al contacto con el agua y permite un desmaquillado suave que no requiere el uso de algodones ni toallitas, basta con realizar movimientos circulares sobre el rostro húmedo para eliminar el maquillaje y las impurezas.
Opta por una doble limpieza
Para los días en los que tus poros parecen congestionados (mucho maquillaje, calor, humedad), te aconsejamos la doble limpieza, técnica que consiste en combinar un aceite desmaquillante con un limpiador facial suave para limpiar la piel en profundidad sin agredirla.
Enriquecida con Caléndula, Seasonal Cleansing Jelly purifica suavemente la piel, solo necesitas usar una pequeña cantidad de producto para limpiar el rostro;
¿El pequeño extra? La presencia en su fórmula de ingredientes calmantes que dejan la piel confortable.
Y después de la limpieza ¿qué hacer?
Si tu piel está particularmente irritada o sobrecalentada, lo mejor es dejarla en paz tanto como sea posible y volver a una rutina extremadamente minimalista. Por ejemplo, después de la limpieza, si no es necesario aplicar crema, opta por unas gotas de aceites vegetales , preferiblemente aptos para pieles sensibles. Los aceites vegetales aportarán a la piel los nutrientes que necesita y, sobre todo, será la textura la que le resulte más confortable para no crear nuevas tiranteces.