¿El sol acentúa los signos del envejecimiento cutáneo?
El sol es una fuente esencial para la vida y el bienestar. Pero también contribuye significativamente al envejecimiento prematuro de la piel, fenómeno llamado fotoenvejecimiento. La exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV) puede causar daños importantes a la piel, provocando arrugas y manchas de la edad. Afortunadamente, existen métodos eficaces para proteger la piel y mitigar estos efectos. Compartimos contigo la información esencial que necesitas saber.
El sol: comprender su impacto en el envejecimiento de la piel
¿Sabías? Cuando se habla de envejecimiento cutáneo, es importante distinguir dos tipos distintos. Cada uno de estos tipos tiene diferentes causas y signos visibles pero pueden combinarse y coexistir en tu piel:
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Envejecimiento fisiológico de la piel: Este tipo de envejecimiento es natural y aumenta con la edad. Cuanto más envejeces, más signos de envejecimiento muestra tu piel. Es un proceso programado que todos pasamos a lo largo de los años.
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Envejecimiento de la piel debido al sol: Conocido bajo los términos “envejecimiento fotoinducido” o “envejecimiento actínico” , se trata de un envejecimiento prematuro. Este tipo de envejecimiento es causado principalmente por la exposición a los rayos ultravioleta (UV), lo que provoca arrugas y otros signos de envejecimiento que aparecen antes, pero que en gran medida se pueden prevenir.
¿Cuáles son los signos visibles del envejecimiento?
Los signos que deja el envejecimiento actínico suelen ser más marcados y profundos que los del envejecimiento fisiológico. Entre los principales signos visibles se encuentra el engrosamiento de la piel: el exceso de sol provoca un fenómeno llamado “elastosis solar” (o actínica), caracterizado por una acumulación de fibras de elastina disfuncionales en la dermis. Esto hace que la piel luzca más gruesa, desigual y amarillenta.
También observamos la aparición de manchas de pigmentación: los rayos UVB son los principales responsables de este fenómeno. Conducen a una mayor producción de melanina, lo que resulta en una pigmentación desigual con manchas marrones o blancas.
Finalmente, el sol contribuye a la creación de arrugas prematuras. Los rayos UV degradan el colágeno y la elastina, fibras esenciales para la elasticidad y firmeza de la piel. Esta degradación acelera el envejecimiento de la piel, provocando la aparición de líneas finas y arrugas antes de la edad habitual.
Los rayos UVA son los principales culpables de las arrugas y del envejecimiento cutáneo provocado por el sol. Penetran profundamente en la dermis y afectan especialmente a las proteínas fibrosas esenciales: elastina y colágeno.
Mejores prácticas para prevenir el envejecimiento:
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Evite la exposición prolongada.
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Protégete cada día con protección solar (SPF) adaptada a tu fototipo. Vuelva a aplicar protector solar regularmente durante el día.
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Limitar los factores agravantes como el tabaco, el alcohol, etc. El estilo de vida saludable es la principal causa del envejecimiento prematuro de la piel.
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Abastecerse de antioxidantes: los antioxidantes combaten los radicales libres y ralentizan la oxidación celular. Están presentes en una dieta rica en vitaminas A, C, E, flavonoides, zinc y selenio. Completa también tu cuidado de la piel con productos cosméticos antioxidantes, como nuestro Tan Boost Oil , con su fórmula enriquecida con Karanja, prepara la piel para el sol y previene el envejecimiento cutáneo ligado a los efectos nocivos de los rayos UV, prolongando el bronceado y protegiendo tu piel.