A primera vista, aplicar un aceite en la piel puede dar miedo porque muchas veces pensamos que estimulará la producción de sebo y por tanto la hará más grasa. Lamentamos decirte que esto es un engaño. ¡En realidad es exactamente lo contrario! Siempre que elijas los aceites y los ingredientes activos los aplicas con cuidado.
¿Por qué algunos tipos de piel producen más sebo que otros?
La producción de sebo depende en primer lugar de tu tipo de piel; Algunas personas presentan una producción excesiva de sebo además de tendencia a tener los poros dilatados, esto es lo que llamamos tener la piel grasa. Muchas veces cuando tienes este tipo de piel, intentas por todos los medios secar tu piel para evitar zonas brillantes, poros dilatados e imperfecciones. Lamentablemente, el uso de productos cosméticos inadecuados o la sobreexfoliación, por ejemplo, pueden agravar estos problemas al crear un desequilibrio en la barrera cutánea. La piel se siente “atacada”, piensa que está seca y por eso produce aún más sebo. Aquí comienza el círculo vicioso: cuanto más se utilizan principios activos astringentes, más problemas se desarrollan.
¿Por qué aplicar un aceite y cómo elegirlo?
Al igual que tú, tu piel necesita comer y beber. Darle de beber le aporta hidratación, mientras que darle comida le aporta lípidos. Sin él, no puede funcionar correctamente. Desgraciadamente, muchas ideas preconcebidas son difíciles de erradicar y muchas personas con piel grasa piensan que es necesario favorecer sobre todo los principios activos decapantes y astringentes. Sin embargo, tu piel necesita un buen equilibrio entre agua y lípidos para evitar la sobreproducción de sebo. Por eso es importante darle aceite, ya que se autorregulará.
Antes de elegir un aceite cuando se tiene la piel grasa, es fundamental conocer el índice de comedogenicidad. En una escala de 0 a 5, este índice clasifica los aceites según su capacidad para obstruir los poros. Por ejemplo, el aceite de jojoba, con un índice de 0, es apto para todo tipo de pieles -se dice que es la que más se aproxima a la estructura de nuestro sebo-, mientras que el aceite de germen de jojoba de Trigo, con un índice de 5, es fuertemente comedogénico. También es importante tener en cuenta la sensibilidad de la piel. Algunos aceites, como el de hierba de San Juan, pueden ser fotosensibilizantes y deben evitarse durante el día.
Aceites vegetales seborreguladores: la solución para las pieles grasas
Las pieles grasas pueden beneficiarse del uso de aceites vegetales seborreguladores. Estos aceites actúan como reguladores del sebo, ayudando a mantener un equilibrio óptimo. El aceite de jojoba, el aceite de semilla de uva y el aceite de avellana son ejemplos de aceites recomendados para pieles grasas. Su uso previene la formación de una película grasa tras su aplicación, ayudando así a reducir la sensación de piel gruesa.
En Seasonly, nuestros aceites tienen una textura ligera, penetran rápidamente y no dejan película grasa en la piel. Por ejemplo, nuestro Aceite Restaurador de Noche está elaborado con 14 superingredientes para activar las funciones vitales de la piel en reposo y revelar luminosidad sin un acabado graso. Su textura es fluida y se adapta perfectamente a las pieles grasas. ¡Aplicar todas las noches para una piel regenerada al despertar!