Todos hemos experimentado esa sensación desagradable al final del día, cuando nuestra piel se siente pegajosa, más gruesa y un poco granulada. Y no es de extrañar: en verano, nuestra piel sufre numerosos ataques como el calor, la transpiración y la contaminación, que favorecen la aparición de imperfecciones.
¿Pero cómo sucede esto?
El sol no sólo tiene efectos positivos: también provoca hiperqueratinización. En otras palabras, para protegernos de los rayos UV, la capa superior de nuestra piel se espesa y nuestros poros se cierran, bloqueándolos finalmente por completo. ¿El resultado? El sebo tiene dificultad para evacuarse, favoreciendo la proliferación de la bacteria C. acnes bajo la superficie de la piel. Esto conduce a la formación de microquistes y comedones, que suelen inflamarse hacia finales del verano. ¿Y si la doble limpieza pudiera contrarrestar esto? Te lo explicamos todo.
¿Cómo funciona?
La doble limpieza es un método recomendado de cuidado facial diario, consistente en limpiar tu piel en dos pasos.
Paso 1: la fase oleosa
¿Sabías que la grasa atrae la grasa? De hecho, el aceite actúa como un imán disolviendo el maquillaje, los residuos de protector solar y el exceso de sebo. Por eso es fundamental comenzar la doble limpieza con un desmaquillante de base oleosa o aceitosa, como un bálsamo o un Aceite Limpiador.
Te recomendamos nuestro Aceite Desmaquillante , enriquecido con caléndula, activo con propiedades calmantes y antiinflamatorias, nuestro aceite desmaquillante limpia y purifica la piel sin alterar su película hidrolipídica.
¿Cómo usarlo? Masajee el aceite sobre la piel seca, luego su textura de aceite se transforma en leche al contacto con el agua para un enjuague rápido.
Paso 2: la fase acuosa
Luego, completa la limpieza con un limpiador acuoso adecuado a tu tipo de piel, que eliminará la película grasa que deja el aceite y eliminará las impurezas residuales.
Para elegir el gel limpiador, es importante tener en cuenta tu tipo de piel y posiblemente tus inquietudes (piel grasa, imperfecciones, piel seca, etc.). Si tienes dudas sobre tu tipo de piel, te recomendamos optar por un limpiador suave apto para pieles sensibles, con un pH cercano al de la piel. Esto preserva la barrera cutánea y evita estimular excesivamente las glándulas sebáceas, que luego podrían producir más imperfecciones.
Te recomendamos nuestra Jalea Limpiadora , también enriquecida con caléndula, permite completar la limpieza de la piel sin dañarla. También contiene glicerina, un activo hidratante que ayuda a restaurar la barrera cutánea.
¿Por qué funciona?
Al limpiar tu piel en profundidad sin dañarla, la doble limpieza es ideal para combatir la hiperqueratinización en verano. Desobstruye los poros, previniendo la aparición de imperfecciones y sebo, lo que dejará tu piel más clara.
Este método también favorece el proceso natural de regeneración nocturna de la piel. Mientras dormimos, la piel se activa para renovar sus células, fortalecer la epidermis y estimular la microcirculación sanguínea. Esto no sólo contribuye a tener una tez radiante al despertar, sino también a una mejor resistencia a las agresiones diarias y al envejecimiento cutáneo.
Otra ventaja de la doble limpieza es que los principios activos presentes en los productos, adaptados a los problemas de la piel, se absorben mejor para conseguir resultados óptimos, sea cual sea tu tipo de piel. De hecho, una piel perfectamente limpia facilita la penetración y acción de los tratamientos que se utilizarán posteriormente (lociones tonificantes, hidrosoles, sérums faciales, etc.).