Consejos sobre tu rutina, trucos de automasaje, dudas sobre principios activos... Descubre nuestro nuevo formato: cada semana seleccionamos una de tus preguntas para responder en un artículo. Para hacer tu pregunta, haz clic AQUÍ . ¡Estén atentos todos los domingos para obtener su respuesta! Empezamos esta semana con la pregunta de Megda: ¿con qué frecuencia debes exfoliar tu piel?
La exfoliación es un paso esencial en tu rutina de cuidado de la piel. Ayuda a eliminar las células muertas y las impurezas de la piel para lograr una piel más suave y radiante, lista para absorber eficazmente los ingredientes activos de otros productos de cuidado. ¿Pero sabes realmente qué tratamiento exfoliante elegir? ¿Con qué frecuencia deberías hacerlo? ¿Cómo aplicarlo correctamente? Nuestros expertos te revelan sus mejores consejos.
Antes de elegir tu tratamiento exfoliante debes conocer tu tipo de piel
Antes de iniciar cualquier exfoliación facial, es imprescindible conocer tu tipo de piel. Esto se debe a que la piel sensible puede requerir exfoliantes más suaves, mientras que la piel grasa puede beneficiarse de una exfoliación más frecuente.
Si tienes la piel fina, que tiende a marcarse o enrojecerse con facilidad y experimentas habitualmente sensación de tirantez, es posible que tu piel ya se encuentre en un estado de sensibilidad crónica. En este caso, es mejor buscar un exfoliante suave, a base de PHA o enzimas de frutas, por ejemplo. Por el contrario, si tienes la piel más bien "gruesa", tiendes a tener exceso de sebo y tu piel no presenta ninguna sensibilidad particular, entonces puedes optar por un exfoliante más concentrado, a base de AHA, por ejemplo.
¿Exfoliante mecánico o químico?
Hay dos tipos de exfoliantes para la piel. Los exfoliantes pueden ser mecánicos (contienen granos) o químicos (a base de enzimas o ácidos). Para no dañar tu piel y proteger a las más sensibles, te aconsejamos que elijas siempre un exfoliante químico. Los exfoliantes mecánicos, también llamados exfoliantes, son demasiado abrasivos para la piel y pueden provocar microlesiones en la superficie de la epidermis.
Por ello recomendamos, por ejemplo, la nueva mascarilla cutánea , formulada con un 99% de ingredientes de origen natural con enzimas de granada y maracuyá, que permite exfoliar suavemente la piel para potenciar la renovación celular y revelar una tez más luminosa. Gracias a su suave formulación es perfecto para las pieles más sensibles.
La mascarilla exfoliante anticanas está enriquecida con ácido láctico, ácido glicólico (AHA) y enzimas de frutas (limón, naranja, piña y granada). Ayuda a unificar la tez, refinar la textura irregular de la piel y revelar luminosidad. Por tanto, es más adecuado para pieles mixtas a grasas y pieles maduras.
Prepara bien tu piel antes de la exfoliación
Antes de aplicar el exfoliante, limpia tu rostro para eliminar posibles restos de maquillaje, aceites e impurezas acumulados durante el día. Para ello, favorece una doble limpieza: el aceite limpiador eliminará primero las impurezas superficiales y las sustancias grasas (exceso de sebo, contaminación, filtros solares, maquillaje) y la aplicación de una jalea limpiadora permitirá luego limpiar la piel en profundidad para purificarla.
¿Con qué frecuencia debes exfoliar tu piel?
La exfoliación no tiene por qué ser diaria. Una o dos veces por semana suele ser suficiente, dependiendo de tu tipo de piel. La exfoliación excesiva puede provocar irritación y enrojecimiento.
También presta atención a los demás activos que utilizas; por ejemplo, si tienes retinol en tu rutina, ya es un principio activo que estimula enormemente la regeneración celular. Por lo tanto, será necesario espaciar al máximo los momentos de la semana en los que utilices retinol y aquellos en los que quieras utilizar ácidos exfoliantes.
Y no te preocupes si no tienes la costumbre de exfoliar tu piel 1 a 2 veces por semana, no importa. Lo más importante es sentir cómo está tu piel; Si la textura de tu piel es irregular, tu tez está apagada y ves aparecer manchas de pigmentación, entonces es el momento adecuado para exfoliar tu piel. También puedes favorecer estos momentos del tratamiento durante los cambios estacionales, por ejemplo, para ayudar a la piel a regenerarse durante estas transiciones.
Y lo más importante: ¡puedes variar los exfoliantes! Pero ya sea sérum, mascarilla o loción, lo mejor es evitar usarlos todos los días. Sin embargo, algunos productos son menos concentrados y más adecuados para el uso diario, como las lociones, por ejemplo. ¡Luego puedes intentar incorporar uno a tu rutina con más frecuencia y ver cómo reacciona tu piel!
Hidrata y protege bien tu piel después de la exfoliación.
Después de exfoliar tu piel, recuerda brindarle la hidratación y protección necesaria para mantener su equilibrio natural. Por ello, se recomienda optar por productos hidratantes ricos en ingredientes calmantes y nutritivos. Los sérums hidratantes, como el Sérum Anti-Sed, restablecen en primer lugar la hidratación y mantienen un buen nivel de agua. Luego, selle esa hidratación con una crema hidratante rica para pieles secas o una crema fluida para pieles mixtas a grasas. Esto creará una barrera protectora contra las agresiones externas. Por último, no olvides aplicar protector solar adecuado a tu tipo de piel para prevenir los daños causados por los rayos UV.