La exfoliación es un paso imprescindible en tu rutina y más aún antes de las primeras exposiciones. Ayuda a eliminar las células muertas para lograr una tez más uniforme y una textura de la piel más suave para garantizar un bronceado más uniforme. Siga la guía.
¿Por qué exfoliar tu piel antes de exponerte?
La exfoliación es como un impulso refrescante para tu piel. Elimina las células muertas que se acumulan en la superficie de tu epidermis, dejando tu piel suave y luminosa. También ayuda a igualar el tono de la piel, lo cual es esencial para lograr un bronceado uniforme y brillante.
Pero eso no es todo ! Exfoliando tu piel regularmente, una o dos veces por semana por ejemplo, prolongarás la vida de tu bronceado. Piense en ello como un impulso al ciclo de renovación natural de su piel, que dura aproximadamente 28 días . Al eliminar las células muertas, permites que las nuevas células de la piel reciban el bronceado por más tiempo, haciéndolo más duradero.
Concéntrese en las áreas de su cuerpo que tienden a acumular la mayor cantidad de células muertas, como los codos y las rodillas. Cuidando estas zonas conseguirás que tu bronceado sea uniforme. Esto también facilitará la penetración de principios activos que favorecerán tu bronceado .
Otro elemento esencial es que las células muertas en la superficie de la piel pueden dificultar la aplicación eficaz del protector solar. Para que el producto proporcione la máxima protección contra los rayos UV es imprescindible aplicarlo de manera uniforme y en cantidad suficiente. Así, exfoliar la piel antes de la exposición al sol facilita la adhesión del protector solar, reforzando así su eficacia protectora.
Ten en cuenta que se recomienda exfoliar tu piel unos tres días antes de salir al sol. Evite hacer esto el día anterior, ya que esto podría debilitar su piel y hacerla más susceptible a las quemaduras solares.
Pero, ¿cómo elegir tu tratamiento exfoliante?
Antes de lanzarte a exfoliar tu piel, es fundamental elegir el tratamiento exfoliante adecuado. Esta elección generalmente depende de la sensibilidad y el tipo de piel que tengas. Los exfoliantes mecánicos, por ejemplo, deben evitarse en pieles secas, sensibles o con tendencia acnéica, porque sus granos abrasivos pueden sensibilizar la piel.
Para pieles sensibles, elija exfoliantes químicos por su suavidad y eficacia. A diferencia de los exfoliantes mecánicos, no necesitan frotarse y eliminan las células muertas de la superficie. Los exfoliantes químicos generalmente contienen AHA, BHA o PHA .
Los PHA, con sus moléculas más pesadas, se recomiendan especialmente para pieles sensibles. Para pieles grasas, los exfoliantes que contienen BHA y AHA son ideales porque actúan en la superficie y el interior de los poros, eliminando las impurezas. BHA está notablemente presente en nuestra mascarilla Peeling anticanas , que renueva las células sin agredir la piel.
Si los ácidos de frutas le hacen dudar, las enzimas de frutas ofrecen una alternativa suave. Actúan como exfoliantes naturales eliminando las células muertas sin acción abrasiva. Perfectos para pieles sensibles o propensas a irritaciones, proporcionan una exfoliación suave. NUESTRO La nueva mascarilla cutánea , formulada con un concentrado de enzimas de frutas, cubre las necesidades de todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, dejando la piel fresca y revitalizada.
Una vez elegido tu tratamiento exfoliante, pasemos a la práctica: la aplicación. Aplicar generosamente el producto sobre la piel limpia y seca, ya sea del rostro o del cuerpo. Déjalo actuar entre diez y quince minutos y luego enjuaga con abundante agua limpia.
No recomendamos utilizar estos principios activos antes de exponerse al sol.
Antes de exponerse al sol, se recomienda evitar ciertos principios activos en las bases de sérums o cremas que podrían aumentar la sensibilidad de la piel o provocar reacciones no deseadas ante la exposición solar.
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Ácidos exfoliantes: los AHA (alfa hidroxiácidos) y BHA (beta hidroxiácidos), que se utilizan a menudo en productos exfoliantes, pueden aumentar la sensibilidad de la piel al sol y aumentar el riesgo de quemaduras solares.
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Retinoides: Los retinoides, como el retinol y la tretinoína, se utilizan a menudo para tratar el acné, las arrugas y otros problemas de la piel. Sin embargo, pueden hacer que la piel sea más sensible al sol y aumentar el riesgo de quemaduras.
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Aceites esenciales fotosensibilizantes: algunos aceites esenciales, como el limón, la bergamota y la naranja dulce, son fotosensibilizantes, lo que significa que pueden provocar reacciones cutáneas cuando se exponen a la luz solar.
Prefiere estos productos en otoño o invierno cuando la radiación UV es menos intensa, y acompáñalos siempre de protección solar.